Dicen que la vida son dos días y razón no les falta. Toda decisión que tomemos en esos dos días debe ser la correcta y la que mayor beneficio personal nos reporte. ¿Será la pareja de mi vida? ¿Hamburguesa o ensalada? ¿Cine o me quedo en casa? ¿Salgo con mis colegas o paso tiempo con mi familia?... Muchas decisiones donde cada una con su grado de dificultad. Pero hay una que no debería ser complicada elegir: ¿Estudio en el extranjero o no? Son tantas las ventajas que reporta estudiar en el extranjero que la elección se vuelve de las más sencillas de la vida.

Estos son los 3 grandes pilares de los beneficios de estudiar en el extranjero.
Crecimiento personal.
Para muchos estudiantes, estudiar en el extranjero es la primera experiencia viviendo fuera de casa. Es por ello que la experiencia de ajustarse a una nueva cultura en un entorno que no pertenece a tu zona de confort, genera en el estudiante habilidades de resolución únicas que le impulsan a ser mejor persona y a enfrentarse de manera más resolutiva a los problemas.
Por otro lado, aprendes una nueva cultura, viviéndola y experimentándola en primera persona, y eso da una nueva visión más global del mundo en el que vivimos.
Aprender y perfeccionar un nuevo idioma.
Hoy en día el idioma universal y de los negocios es el inglés, por ello que muchos estudiantes a la hora de elegir un país donde estudiar, éste sea anglófono.
Además, el estudiante se tendrá que enfrentar al día a día no en su lengua madre si no en inglés, lo que hará que este segundo idioma mejore exponencialmente.
Mejora tu CV para el futuro laboral.
No es mentira que las empresas de hoy y del mañana cada vez se fijan más en tu experiencia personal más que los títulos o cursos.
Las empresas saben de primera mano que una persona que ha estudiado en el extranjero está más preparada para afrontar y resolver cualquier tipo de problema que pueda surgir en la empresa.
Resumiendo, la vida tiene decisiones difíciles pero estudiar extranjero no debería ser una de ellas.
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